¡Aquí estamos las mujeres mayores!

Reconocer a las mujeres mayores no es un gesto simbólico, es un compromiso político.

Hoy, la Secretaria Distrital de la Mujer,  realizó una conmemoración dedicada a las mujeres mayores, un espacio diseñado para transformar imaginarios y desafiar los estereotipos edadistas que históricamente han limitado su visibilidad, representación y reconocimiento social. La jornada puso en el centro la experiencia del envejecimiento y la vejez desde una mirada feminista e interseccional que dignifica las trayectorias de vida de las mujeres en toda su diversidad y complejidad.

Durante el encuentro se presentaron los productos construidos a lo largo del año en las Escuelas Amarte, los espacios de conexión emocional y los encuentros diferenciales desarrollados entre la Secretaría Distrital de la Mujer, la Secretaría de Integración Social y la artista Paola Sierra. Creaciones plásticas, literarias, poéticas y de collage revelaron los aprendizajes, reflexiones y apuestas políticas de las participantes sobre el cuidado, la salud mental, la autonomía, el liderazgo, la participación y el derecho a habitar su cuerpo con libertad en este momento del curso vital. La exposición abrió un diálogo colectivo urgente sobre el lugar que ocupan las mujeres mayores en la ciudad y la importancia de reconocerlas como sujetas de derechos con agencia, voz y capacidad de incidencia.

Para la Secretaría Distrital de la Mujer, las mujeres mayores son una prioridad, y así lo evidencian los resultados de los últimos dos años, más de 1.200 participaron en procesos pedagógicos y comunitarios orientados al fortalecimiento de su salud mental, autonomía y liderazgo; más de 5.500 recibieron acompañamiento psicosocial, sociojurídico y formativo a través del Sistema Distrital de Cuidado; y más de 3.100 fueron atendidas en las Casas de Igualdad de Oportunidades. Estas cifras reflejan un esfuerzo institucional sostenido por garantizar que las mujeres mayores accedan a servicios, espacios seguros y oportunidades históricamente negadas, en un marco de derechos y cuidado colectivo.

Esta conmemoración reafirma que reconocer a las mujeres mayores implica un posicionamiento político frente al edadismo y las desigualdades que aún atraviesan sus vidas. En una sociedad que privilegia la juventud y penaliza la vejez femenina, Bogotá avanza en una apuesta por transformar imaginarios, ampliar oportunidades y asegurar que las mujeres mayores puedan aprender, decidir, participar y expresar sus trayectorias sin estereotipos ni barreras.

La ciudad les debe mucho, y este encuentro recuerda que garantizar sus derechos no solo es un acto de justicia, sino un camino indispensable para construir un presente y un futuro más dignos, igualitarios y profundamente humanos.