Rafaela Yaquen mirando a la cámara y sonriendo
Rafaela Yaquen mirando a la cámara y sonriendo

NOTICIAS

"La Casa de Igualdad de Oportunidades ha sido una terapia": cuidadora de Tunjuelito

10 May 2022

Rafaela Yaquen tiene 58 años y vive en la localidad de Tunjuelito, es cuidadora de tres personas que sufrieron afectaciones físicas por el Covid -19 y hoy gracias a la Casa de Igualdad de Oportunidades está cumpliendo su sueño de terminar el bachillerato con modalidad flexible.

El día de Rafaela Yaquen comienza a las 5 de la mañana, cuando se levanta a hacer el desayuno, cambiar los pañales de las personas que tiene a cargo y administrar los primeros medicamentos.

“Los dejo bien organizaditos, miro que el oxígeno esté colocado y corro para la Casa de la Igualdad, estudio un rato y trato de adelantar tareas, miro la hora y me toca irme, corra para mi casa otra vez. Doy los otros medicamentos, vuelvo y cambio pañales. Llegan los terapistas físicos y estoy pendiente de ellos, pongo a hacer el almuerzo, un ratico que me queda después del almuerzo que ellos descansan me pongo y hago tareas, y luego otra vez a atenderlos”, explica.

Rafaela cuida a su mamá de 94 años, a su hermano y a su cuñada. Su hermano quedó con problemas de cadera luego de sufrir Covid severo y estar un mes internado en la UCI, por eso no pudo continuar trabajando en construcción, que era su principal fuente económica.

Por otra parte, su cuñada fue intubada como parte del tratamiento para salvarle la vida en su batalla contra el Covid -19. Sufrió dos paros respiratorios que la afectaron neuronalmente. Esto debilitó su fuerza muscular y hoy tiene una movilidad limitada, necesita usar silla de ruedas y gracias a diversas terapias físicas está recuperando el habla.

“Mi día está terminando más o menos a las 11 de la noche y otra vez dele al mismo trote. Tengo que ir por los medicamentos, las autorizaciones, estar pendientes de todas sus citas médicas”, afirma Rafaela.

Rafaela, en medio de la situación de desesperanza que vivió al ver a sus familiares enfermos buscó ayuda en la subdirección Local de Integración Social, y allí le contaron sobre la Casa de Igualdad de Oportunidades. 

“Yo comencé con manualidades acá en la Casa de Igualdad, y me levantaron la autoestima, yo cuando llegué acá estaba vuelta nada, usted me hubiera visto yo pienso que no me reconocería”, afirma Rafaela.

Luego, se vinculó a otros cursos, como el de habilidades digitales del Centro de Inclusión Digital- CID, que le dio nuevas herramientas para agilizar procesos de forma virtual.
 
“Yo necesitaba aprender algo de digitación porque necesitaba mandar correos a la EPS, a las clínicas, yo no sabía nada de eso, para pedir la ambulancia, los pañales, yo no lo sabía hacer, entonces acá la profe del Centro de Inclusión Digital me ayudó mucho. Ella me decía ‘tú eres muy pilosa y vas a aprender’ y ahora ya sé mandar correos, no es que sea la dura, pero ya me muevo”,
dice Rafaela.

Después de terminar este curso, Rafaela vio la oportunidad de cumplir un sueño que pensó no sería posible a su edad: el de terminar su bachillerato con modelo flexible, para así seguir cuidando a sus familiares.

“Mi papá fue muy duro con nosotras, sus hijas mujeres, y nos dejó estudiar solo hasta quinto de primaria. Luego comencé a trabajar y me pagaba mi bachillerato, pero por circunstancias de la vida no pude continuar, así que quedé en cuarto de bachillerato. Ahora estoy haciendo ya décimo, paso a once, y si Dios quiere me gradúo este año, entonces dese cuenta de todos los logros que he tenido en la Casa de la Igualdad, y ha sido tan hermoso”, explica Rafaela.

Rafaela ahora reparte sus labores de cuidado con el álgebra, la trigonometría y la biología, y ha despertado nuevamente su interés por continuar estudiando una carrera técnica.

“Este modelo flexible es muy bueno porque nos tienen consideración a las personas que de pronto no tenemos todo el tiempo ni la plata para hacer eso, porque para nosotros por ejemplo la situación económica es dura”, afirma.

Hoy, Rafaela quiere certificar sus conocimientos como cuidadora y continuar su formación como enfermera, para así desarrollar su vocación de servicio a los que más lo necesitan. 

“Yo tengo mucha entrega a la humanidad, me gusta estar ayudando y yo quiero certificarme como cuidadora, no solo por mis familiares, sino porque quiero seguir cuidando a las personas”, afirma Rafaela.

Rafaela invita a otras mujeres que están en su misma situación a que se acerquen a la Casa de Igualdad de Oportunidades de Tunjuelito: “La Casa de Igualdad de Oportunidades ha sido una terapia, cambiar de ambiente, ver otras caras, escuchar otras cosas, por el amor que nos brindan, nos suben la autoestima, acá es como una familia, hoy en día soy otra”, puntualiza.


Conoce todos los servicios de la Casa de Igualdad de Oportunidades de Tunjuelito, acércate a la Diagonal 45B Sur #52 A- 82 de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. o comunícate al 359 9514 Ext 6001. Recuerda, da el primer paso,nosotros te acompañamos a dar el segundo.