
¿Qué pasa con las familias después de un feminicidio?
En Bogotá, la Secretaría Distrital de la Mujer brinda apoyo emocional, social y jurídico a las víctimas indirectas de feminicidio.
Cuando ocurre un feminicidio, el dolor impacta de manera profunda a sus hijas, hijos, familiares y personas cercanas. Ellas y ellos son las víctimas indirectas del delito, quienes enfrentan no solo la pérdida y el duelo, sino también múltiples afectaciones emocionales, psicológicas, sociales, económicas y jurídicas.
Para responder a esta realidad, la Secretaría Distrital de la Mujer cuenta con el Sistema Articulado de Alertas Tempranas para la prevención del feminicidio (SAAT), desde el cual se brinda acompañamiento psicosocial a estas víctimas, especialmente en las primeras fases del duelo y la crisis.
El servicio, integrado por psicóloga y trabajadora social, se caracteriza por generar espacios de escucha activa y contención emocional, donde las personas pueden expresar su dolor y encontrar apoyo para fortalecer sus recursos socioafectivos, manejar los impactos emocionales y comprender los procesos de acceso a la justicia.
Además del acompañamiento emocional, el SAAT articula con la Estrategia de Justicia de Género de la Entidad, para que las víctimas indirectas reciban orientación, asesoría y representación jurídica en sus casos. Este trabajo permite que las familias conozcan los avances judiciales en un lenguaje claro y cercano, disminuyendo sentimientos de frustración o impotencia frente a la lentitud de los procesos de acceso a la justicia.
Igualmente, el equipo gestiona remisiones a consultorios universitarios, corporaciones y centros especializados en psicología, y adicionalmente, coordina acciones con la Secretaría Distrital de Salud para garantizar el acceso de las víctimas a servicios de salud mental a través de las EPS, tanto del régimen contributivo como subsidiado.
En lo económico y social, el SAAT gestiona apoyos con entidades como el Ministerio de la Igualdad y la Secretaría Distrital de Integración Social, con el fin de cubrir algunos gastos de alimentación, vivienda, educación y salud de las familias, según sus necesidades. También se han realizado articulaciones con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para proteger los derechos de niñas, niños y adolescentes en condición de orfandad por feminicidio.
En situaciones más críticas, el equipo acompaña la gestión de auxilios funerarios y el traslado de cuerpos dentro y fuera del país, así como apoyos económicos extraordinarios, en algunos casos provenientes de organizaciones de la sociedad civil, destinados a terapias psicológicas, transporte o gastos urgentes de las familias.
El feminicidio es una de las violencias más extremas contra las mujeres y no puede naturalizarse. En Bogotá, la Secretaría Distrital de la Mujer seguirá comprometida en acompañar a las familias víctimas indirectas, para que el duelo no se viva en soledad, sus derechos sean protegidos y la memoria de las mujeres asesinadas siga siendo un llamado urgente a la justicia y a la vida.